Titus Livius en qué idioma escribió. Historiografía épica de titus libius

Biografía

Titus Livius (lat. Titus Livius; 59 a. C., Patavius ​​​​- 17 d. C.) es un antiguo historiador romano, el autor de la Historia parcialmente conservada de la fundación de la ciudad (Ab urbe condita). Comienza a componer la "Historia" hacia el año 30 a. e., Tito Livio trabajó en él hasta el final de su vida y describió los acontecimientos desde la mítica llegada de Eneas desde Troya a la península de los Apeninos hasta el 9 a. mi. El trabajo constaba de 142 libros, pero solo han sobrevivido los libros 1-10 y 21-45 (que describen eventos anteriores al 292 a. C. y del 218 al 167 a. C.), pequeños fragmentos de otros libros, así como periohs - breves resúmenes del contenido. .

Livy escribió en latín brillante y vivo, aplicó hábilmente técnicas artísticas, construyó con éxito la narrativa, pero no se molestó en realizar investigaciones independientes, volvió a contar sus fuentes sin crítica y no siempre resolvió las contradicciones entre ellas. Los puntos de vista históricos y religiosos de Tito Livio fueron influenciados en parte por las ideas de los historiadores predecesores (principalmente Salustio) y la filosofía estoica. A pesar de la estrecha relación con Octavio Augusto, Tito Livio, el primer historiador romano que no hizo carrera en la política, era libre de expresar sus puntos de vista políticos.

Livio ganó fama como el mayor historiador romano en la antigüedad y la conservó hasta el siglo XIX, cuando se revisó la evaluación de su trabajo debido a graves deficiencias en el trabajo con las fuentes y la pasión del autor por la decoración estilística a expensas de la precisión.

Poco se sabe sobre la vida de Titus Livius. Esto se debe en parte al hecho de que en los libros supervivientes de su obra, el historiador rara vez hablaba de sí mismo. En los últimos libros que describieron hechos contemporáneos, la información autobiográfica puede haber estado presente, pero no se ha conservado. Otros autores romanos, incluidos los admiradores de su obra, dan muy poca información biográfica sobre él. Como la mayoría de los escritores romanos, Tito Livio no vino de Roma: se sabe que nació en Patavia (actual Padua), una de las ciudades más ricas de la península de los Apeninos después de Roma. Esta parte de Italia al norte del río Po (Transpadania) finalmente recibió los derechos de ciudadanía romana solo en el 49 a. mi. con el apoyo de Cayo Julio César, aunque para entonces la población local ya estaba romanizada. Durante los años de las guerras civiles, las simpatías republicanas dominaron en la ciudad natal del historiador. La fecha de nacimiento de Tito Livio generalmente se da como 59 a. mi. Cronista de la antigüedad tardía Jerónimo Stridonsky informa dos hechos contradictorios sobre Tito Livio: según su información, nació en 59, pero al mismo tiempo tenía la misma edad que Marcus Valerius Messala Corvinus, quien nació cinco años antes. Según el historiador Ronald Syme, el nacimiento de Tito Livio debería atribuirse al 64 a. e.: en su opinión, Jerónimo leyó erróneamente en su fuente “el consulado de César y Bíbulo” (Caesare et Bibulo - 59 a. C.) en lugar de “el consulado de [Lucius Julius] Caesar and Figulus” (Cesare et Figulo - 64 años ANTES DE CRISTO.). Sin embargo, también podría ocurrir el error contrario: como señala el historiador británico, Jerome se equivocaba a menudo en las fechas.

Lo más probable es que Livy provenga de una familia rica. La inscripción, que puede haber sido la lápida del historiador, menciona el nombre de su padre: Chico. Titus Livy probablemente recibió su educación en su ciudad natal, desde los conflictos internos de los años 50 y las guerras civiles de los años 40 antes de Cristo. mi. impidió la educación de los mejores retóricos de Roma y dificultó los viajes de estudio a Grecia. No hay evidencia de su servicio militar. Plutarco menciona que el augur (adivino pájaro) Cayo Cornelio, que vivía en Patavia, supuestamente informó de la victoria de César en la batalla de Pharsalus antes de las noticias al respecto, era un conocido (griego antiguo γνώριμος) de Tito Livio. Lo más probable es que Livio se mudó a Roma poco después del final de las guerras civiles (sin embargo, G.S. Knabe cree que el historiador llegó a la capital alrededor del 38 a. C.). No se sabe qué hizo Tito Livio en Roma: nunca ocupó ningún cargo, pero podía permitirse vivir en la capital y estudiar historia. G. S. Knabe sugiere que su sustento lo proporcionó la fortuna heredada, que logró salvar de las expropiaciones. Ronald Mellor lo llama el primer historiador profesional en Roma, desde principios de los años 20 a. mi. Dedicó toda su vida a la historia. Ganó fama durante su vida, y las lecturas públicas de sus obras, una novedad de la época de Augusto, siempre estaban llenas. Plinio el Joven menciona a un vecino de Gades (actual Cádiz en España), que navegó a Roma sólo para mirar al historiador[cit. 1]. "Historia" no fue la primera obra de Tito Livio: también escribió pequeñas obras de carácter filosófico (Séneca menciona escritos en forma de diálogos y tratados [cit. 2]), pero no se han conservado. Se supone que en ellos Tito Livio habló desde las posiciones de los filósofos estoicos que adaptaron las enseñanzas de la Nueva Estoa al presente.

En la capital, Tito Livio conoció a Octavio Augusto. Probablemente, su relación se debió a la educación de Tito Livio: el primer emperador actuó como un mecenas activo de las ciencias y las artes. Tácito incluso se refiere a su relación como amistad. Se sabe del consejo de Tito Livio al futuro emperador Claudio de estudiar historia. Hizo caso a sus recomendaciones, y Suetonio habla de las obras históricas bastante grandes del emperador. Además, en los fragmentos supervivientes de los discursos de Claudio se encuentran algunas similitudes con la "Historia" de Tito Livio. Por ser el mentor de Claudius, Livius podría ser recompensado. Dado que durante los años en que Livio y Augusto se conocieron, Claudio vivió en el Palacio Palatino, el historiador debe haber conocido a toda la familia del emperador. A pesar de su cercanía con el emperador y su popularidad, Titus Livius no fue un "historiador de la corte". Gracias a Tácito se sabe que la opinión del historiador y del emperador sobre la oposición de César (padre adoptivo de Octavio) y Cneo Pompeyo no emparejaron. No hay noticias de las conexiones de Tito Livio con Mecenas, el principal mecenas de los talentos literarios de su tiempo y el amigo más cercano del emperador. La actitud de Livio hacia la política del propio Augusto no está clara (ver la sección "Puntos de vista políticos de Livio").

En total, Tito Livio trabajó durante unos 40 años y no se detuvo ni siquiera cuando se hizo famoso en todo el imperio. Según Plinio el Viejo, "ya había ganado suficiente fama para sí mismo y podría haber terminado si su espíritu rebelde no hubiera encontrado alimento en el trabajo". Según Jerónimo de Stridon, Tito Livio murió en su Patavia natal en el año 17 d.C. mi. Esta fecha es tradicional. Ronald Syme, asumiendo un error de Jerome durante cinco años, sugiere el 12 d. C. como fecha de la muerte. mi. Michael Grant admite que el historiador pudo haber muerto en el año 7 EC. mi. Poco se sabe sobre la familia de Livy: hay evidencia de que dos de sus hijos también se dedicaban a actividades literarias (según otra versión, su hijo mayor murió en la infancia), y su hija se casó con el retórico Lucius Magic. Quintiliano menciona una carta de Tito Livio a su hijo, en la que el historiador aconseja centrarse en el estilo de Demóstenes y Cicerón. En la Edad Media, se descubrió una lápida en Padua que podría indicar la tumba de Tito Livio. Mencionaba a Titus Livius, hijo de Gaius, y su esposa Cassia Prima, hija de Sextus.

"Historia desde la fundación de la ciudad"

Estructura. Nombre

La obra más importante de Tito Livio es "Historia desde la fundación de la ciudad" en 142 libros. Su volumen es muy grande: según estimaciones modernas, si toda la obra hubiera sobrevivido hasta el día de hoy, habría sumado unas ocho mil páginas impresas y dos millones de palabras. Sin embargo, solo 35 libros se han conservado por completo o casi por completo (para obtener más detalles sobre la conservación de los escritos de Tito Livio, consulte más abajo). Los libros están agrupados por diez en décadas (del griego antiguo δέκα - diez), así como por cinco en medias décadas, o pentadas (del griego antiguo πέντε - cinco). Al comienzo de cada década o media década, por lo general, pero no siempre, había una introducción especial. Sin embargo, no se sabe con certeza si esta división fue introducida por el propio autor o si apareció más tarde. Además, la desviación parcial de Tito Livio de la división en cinco y diez libros al describir la historia de la república tardía se puede rastrear a lo largo de los períodos. Los detalles del trabajo también cambian mucho: el primer libro cubre más de 250 años, y algunos de los últimos libros describen los eventos de un año en varios libros. Como posibles explicaciones se ofrecen versiones con mayor o menor detalle en las fuentes y la conciencia del historiador de un mayor interés por los hechos recientes. Se supone ampliamente que Tito Livio originalmente planeó llevar la narración al 43 a. e., que serían 120 libros. Según otra versión, la hipótesis sobre el posible final de la "Historia" en el 43 a. mi. corresponde solo a consideraciones estructurales - división en décadas y pentadas - pero tal cronología fue desfavorable tanto para Tito Livio como para Octavio, y por lo tanto se supone que los planes originales de Tito Livio incluían una descripción de los eventos hasta el final de las guerras civiles en el 30 a. mi. o antes del 27 a. mi. Las palabras de Plinio el Viejo (ver arriba) se consideran evidencia adicional a favor de un diseño original más modesto. Además, los últimos 22 libros se eliminan de la división original en 5 y 10 libros. Si el plan original de 120 libros es correcto, la obra debe haber mostrado un sorprendente contraste entre la era de la guerra civil en la que se llevó a cabo esta obra y un pasado glorioso. La extensión de Tito Livio del diseño original en este caso se ve como un intento de mostrar el renacimiento de Roma en el reinado de Augusto. Se supone que Tito Livio podría haber planeado escribir 150 libros y, por lo tanto, el trabajo quedó inconcluso. Las razones de la incompletitud del trabajo son la muerte de Tito Livio, una enfermedad grave que lo obligó a abandonar la historia, así como un deseo consciente de no describir los eventos politizados de nuestro tiempo.

El título generalmente aceptado de la obra "Historia desde la fundación de la ciudad" es condicional, ya que se desconoce el título real. El propio Livio llama a su trabajo "Crónica" (lat. Annales); sin embargo, esto puede no ser un nombre, sino solo una característica [cit. 3]. Plinio el Viejo se refiere a la obra de Tito Livio como "Historia" (en latín Historiae, una obra histórica en varios libros). El título "Ab urbe condita libri" (Libros de la fundación de la ciudad) aparece solo en manuscritos posteriores. Quizás este nombre esté tomado de la posdata "El libro [número] de Titus Livius desde la fundación de la ciudad está completo" al final de cada libro en los manuscritos. Los libros 109-116 a veces se denominan "libros de la guerra civil" (Belli civilis libri). Según GS Knabe, el trabajo del historiador podría no haber tenido ningún título.

Tener una cita

Hay diferentes opiniones sobre el momento en que se comenzó a trabajar en la "Historia". Tradicionalmente se cree que Tito Livio comenzó a trabajar en su obra más importante no antes del 27 a. e., que se asocia a la versión de la compilación del primer libro entre el 27 y el 25 a. mi. Los requisitos previos para la datación son los siguientes: el historiador menciona el tercer cierre de las puertas del templo de Jano (29 a. C.), que simboliza el fin de todas las guerras, pero no menciona el cuarto (25 a. C.); además, llama al emperador Augusto, y tomó este título el 16 de enero del 27 a. mi. Sin embargo, el uso del término Augusto no significa necesariamente el título de Octavio (solo puede ser un epíteto). En 1940, Jean Bayet sugirió que todos los pasajes de la Historia que mencionan a Augusto son inserciones posteriores, probablemente posteriores a la primera edición de los libros iniciales de la Historia. Posteriormente, su hipótesis fue desarrollada por Torrey James Luce. Según su punto de vista, al menos una de las posibles inserciones, la mención de Augusto, contradice directamente el texto principal de Tito Livio y, por lo tanto, probablemente se insertó más tarde. Los argumentos que propone se consideran persuasivos. Debido a estas suposiciones, es posible una datación significativamente anterior de la "Historia", hasta el 31 a. mi. o incluso principios de los años 30 antes de Cristo. mi. Sin embargo, no hay confirmación directa de la existencia de dos ediciones de los primeros libros. En 2000, Paul Burton propuso un nuevo argumento a favor de la datación temprana: la mención en el primer libro de la reconstrucción de la Gran Cloaca por Agripa: según el investigador, Tito Livio tenía en mente un trabajo aún inacabado, que le permitió fechar el primer libro de la composición entre el 33 y el 31 a. mi. Sin embargo, rechazó el testimonio de Jean Baye, quien llegó a conclusiones similares. Según Walter Scheidel, las características de la descripción de los resultados de las calificaciones en el libro 3 y en el período del libro 59 indican la creación de estos libros poco después de los censos de Augusto en el 28 y el 8 a. mi. respectivamente. Un argumento indirecto en apoyo de su hipótesis, el investigador considera la uniformidad de la creación de los libros de Livio - alrededor de tres por año; de lo contrario, Livy tuvo que trabajar en la composición a un ritmo irregular. A pesar de los intentos de hacer que la "Historia" de Tito Livio sea antigua, la versión tradicional sobre el comienzo del trabajo en él en los años 20 a. C. está muy extendida. e., y la datación más antigua del prefacio es 28 a. mi.

La tercera década se fecha tradicionalmente entre el 24 y el 14 a. e .: en el libro 28, se menciona la victoria sobre los españoles. Sin embargo, no está claro a cuál de las dos guerras se refería Tito Livio: la victoria de Agripa sobre Cantabra (19 a. C.) o la campaña de Augusto 27-25 a. mi. El libro 59 fue escrito después del 18 a. e.: se menciona la ley de este año (sin embargo, el texto de este libro se pierde, y la información relevante está contenida solo en el período). Durante la vida de Augusto se escribieron libros que hablaban de la vida de Gnaeus Pompeius Magnus: Tácito conservó la historia de que el emperador los encontró parcializados a favor de este comandante, e incluso llamó a Livio un pompeyano [cit. 4]. El libro 121, según la nota al periódico, apareció después de la muerte de Augusto.

Fuentes. metodo historico

Fuentes de Libia

Como la mayoría de los historiadores romanos de su tiempo, Tito Livio se basó principalmente en los escritos de sus predecesores y rara vez recurre al estudio de documentos. Menciona sus fuentes con poca frecuencia: por lo general, esto sucede solo cuando su evidencia no coincide. En cualquier caso, Livio no estaba interesado en investigar la verdad de los hechos descritos y establecer relaciones causales. Por lo general, Livy elegía la versión más plausible de varias y la seguía. El grado de plausibilidad de la información fue determinado por él subjetivamente, sobre lo cual dijo: "Dado que el asunto se refiere a eventos tan antiguos, consideraré suficiente reconocer como verdad lo que es similar a la verdad". Si la única fuente disponible para Tito Livio reportó información inverosímil, el historiador podría informar a los lectores sobre su duda: “Aunque los números [de las pérdidas de los romanos y ligures] dados por este escritor [Valery Anziatus] no inspiran confianza, porque nadie puede superarlo en exageraciones, sin embargo es obvio que fue una gran victoria. Sin embargo, la desconfianza hacia las figuras fantásticas de sus predecesores (a menudo, por un soldado romano muerto en batalla, había decenas y cientos de oponentes muertos), siguió siendo en gran medida declarativa, ya que Tito Livio a menudo no tenía fuentes alternativas de información. Tito Livio menciona la destrucción de casi todos los registros de los eventos de la historia romana temprana debido al saqueo de Roma por parte de los galos en el 390 a. e., lo que podría afectar su opinión sobre la poca confiabilidad de la información de los analistas. Tito Livio trata de no caer demasiado bajo la influencia de sus fuentes, a menudo suavizando los informes victoriosos de los analistas romanos. Sin embargo, entre los investigadores modernos también existe una opinión sobre la percepción acrítica de Tito Livio de las crónicas y escritos de sus predecesores. Ronald Mellor insta a no juzgar a Tito Livio estrictamente por su actitud hacia las fuentes: considerando que una de sus tareas era transferir la tradición romana a los descendientes, incluso escribió aquello con lo que no estaba de acuerdo. La creencia de Tito Livio en la existencia de patrones cíclicos en la historia romana, debido a que los eventos que sucedieron en la antigüedad pueden repetirse, podría desempeñar un cierto papel en la preservación de evidencia dudosa.

Tradicionalmente se cree que Tito Livio utilizó las obras de los analistas Fabius Pictor, Calpurnius Piso, Claudius Quadrigarius, Valerius Anziata, Licinius Macra, Aelius Tubero (no está claro si se trataba de Lucius Aelius Tubero o de su hijo Quintus), Cincius Aliment y también el poeta Quinta Ennia. Sin embargo, se utilizaron en diversos grados: Valerius Anziates y Licinius Macro fueron probablemente los más importantes, Aelius Tubero y Claudius Quadrigarus fueron menos significativos. Varios investigadores llegan a conclusiones opuestas sobre las preferencias de Livy en la elección de fuentes: S. I. Sobolevsky señala que Livy generalmente prefería usar autores más nuevos, y T. I. Kuznetsova hizo la observación opuesta. Al mismo tiempo, se desconocen los hechos del uso de los escritos de los anticuarios del siglo I a. C. mi. - Varro y Ática. La fuente de fragmentos individuales de la "Historia", sin embargo, a veces se reconoce como escritos antiguos. Tal, por ejemplo, es el origen del pasaje de Tito Livio sobre los principios de dotación del ejército romano en el libro 8. Elizabeth Rawson, quien señala este pasaje, sin embargo, reconoce su carácter único. Según la antigua tradición, Tito Livio rara vez nombra sus fuentes. Más a menudo que otros, menciona al analista Valery Anziat, pero la mayoría de las veces lo hace para estar en desacuerdo con su versión de los hechos. La mención frecuente de Anziatus llevó a G. S. Knabe a sugerir que este autor era "el más amado" entre todas las fuentes. Quizás también se utilizaron los Grandes Anales, la crónica oficial de la República romana, recopilada por los pontífices y publicada en el 123 a. C. e., aunque en ocasiones se niega la implicación de esta obra.

Según Robert Ogilvie, Livio no tuvo acceso a los documentos de los archivos senatoriales y sacerdotales, ya que no ocupó ningún cargo. Sin embargo, V. S. Durov cree que la proximidad al emperador podría abrir la puerta a los archivos estatales para el historiador. Es poco probable que un nativo de una familia innoble del norte de Italia tuviera la oportunidad de familiarizarse con los archivos de las antiguas familias romanas, que contenían documentos importantes de aquellos años en que los miembros de la familia ocupaban cargos de magistrados. Sin embargo, la recopilación de toda la información disponible no era el objetivo principal de Libia. Se supone que si Livio, sin embargo, se refiere a ciertos documentos, probablemente se familiarizó con ellos a través de la mediación de los trabajos de otros autores. Numerosas inscripciones en trofeos de guerra, estatuas, imágenes familiares de antepasados ​​prominentes, así como registros de discursos fúnebres, en los que no confiaba (ver recuadro).

Las décadas tercera, cuarta y quinta se escribieron bajo la fuerte influencia de Polibio. El propio Livio afirmó haber leído a todos los autores que escribieron sobre el período en cuestión. S. I. Sobolevsky considera que estas palabras del historiador romano son una exageración, y el papel más importante se le asigna a la "Historia" de Polibio, indicando que "incluso tradujo directamente algunos lugares de ella". M. Albrecht observa la evolución de las preferencias del autor. En su opinión, para la tercera década, Polibio se utilizó por primera vez de forma limitada (Caelius Antipater y Valerius Anziatus jugaron el papel principal, en menor medida Claudius Quadrigarus), pero hacia el final de la década, su evidencia se da más y más. más a menudo; para la cuarta y quinta décadas, no se niega el uso generalizado de Polybius. Ronald Mellor y S. I. Sobolevsky explican el uso creciente del autor griego por la comprensión gradual de Livy de sus méritos solo en el proceso de trabajo en la tercera década. Posiblemente, también se usaron los "Principios" de Catón el Viejo, pero en raras ocasiones. Dado que se ha conservado una parte significativa del trabajo de Polibio, las descripciones de eventos paralelos de ambos autores están bien estudiadas. Aunque Livio a menudo vuelve a contar a Polibio en fragmentos completos, trató de superar la preocupación de los predecesores griegos por los eventos en los estados helenísticos, agregando material de Lucius Caelius Antipater y Quintus Claudius Quadrigarius sobre eventos en Italia y las provincias occidentales. La dependencia de Polibio es especialmente fuerte en los detalles de las campañas militares. Además de tomar prestados datos de la Historia general de Polibio, Tito Livio se vio influido por su razonamiento sobre los orígenes del poder de la República romana. Sin embargo, Tito Livio suele abreviar las largas descripciones de Polibio si reducen el ritmo de la narración. A pesar de esto, gracias al trabajo creativo de la "Historia" del historiador romano, el antecesor griego es más detallado al describir la guerra con Aníbal. En comparación con los primeros libros de la "Historia", en los acontecimientos de finales del III - principios del II siglo antes de Cristo. mi. Livy navega con más libertad y, en lugar de un razonamiento abstracto sobre la falta de fiabilidad de las fuentes, discute con ellas sobre los méritos. Por ejemplo, reprocha a Valerio Anziates haber tergiversado el motivo del asesinato de un noble galo por parte del cónsul Lucio Flaminino: refiriéndose al discurso de Catón el Viejo, Livio prueba que Flaminino mató al Galo para impresionar a su amante cartaginesa, y no una hetera.

Libros no conservados de Tito Livio sobre los eventos del final de los siglos II - I a. e., probablemente se basó en Posidonio, el sucesor de Polibio, así como en Sempronio Azellion y Cornelio Sisenna. Lo más probable es que estuvieran involucradas las obras de Sallust Crispus, Julius Caesar, Asinius Pollio, las memorias de Cornelius Sulla. Se supone que en el futuro Livio no estuvo fuertemente influenciado por una fuente, como en el caso de Polibio, ya que la situación con el historiador griego podría ser única: solo Tito Livio lo elogia, mientras que su opinión se reserva sobre los demás. Una vez que Tito Livio también se refiere al testimonio del emperador Augusto, informado personalmente a él [cit. 5]. Se supone que para describir los eventos de su tiempo, que aún no habían sido escritos por otros historiadores, Livio se vio obligado a realizar una investigación independiente.

Métodos de trabajo de Libia

Titus Livy no siempre pudo reelaborar las fuentes, que a menudo se contradecían, de acuerdo con las necesidades de su trabajo. A menudo, su papel se reducía solo al acabado estilístico del material de origen. Entre las manifestaciones más llamativas de la actitud acrítica de Tito Livio hacia las fuentes se encuentran las repeticiones de los mismos hechos y los informes contradictorios. Por ejemplo, en el libro 1 se da una historia sobre el origen del lago Curtius, en el libro 7 otra, con Tito Livio inclinándose por este último. También cita diferentes versiones del tamaño del ejército de Hannibal, que difieren cinco veces. Livio a veces admite serias inexactitudes en la geografía: por ejemplo, la ruta del ejército de Aníbal a través de los Alpes no solo no es histórica, sino que también es imposible. También confundió a parientes, ya veces muy lejanos. Una actitud acrítica hacia las fuentes también se manifestó en el uso de Livio de varias opciones para fechar varios eventos: los transfirió mecánicamente de sus fuentes, sin molestarse en uniformarlos. El mismo Tito Livio añadió algunos errores históricos. El hecho es que el historiador compartía la justificada convicción de Aristóteles sobre las obras dramáticas en el derecho del autor a reconstruir las acciones de las personas del pasado, basándose en su propia comprensión de su carácter. El derecho del historiador a acciones similares fue defendido por Cicerón. Como resultado, Tito Livio a veces inventaba hechos desconocidos por las fuentes, pero importantes para la coherencia de la narración.

Tales errores llevaron al hecho de que, a partir del siglo XIX, se estableció en la historiografía una opinión negativa sobre las habilidades de Tito Livio como historiador. Algunos investigadores incluso admitieron que no leyó nada sobre cada período de la historia romana excepto su única fuente, y no prestó atención a las contradicciones entre las fuentes en diferentes partes del trabajo. Solo a fines del siglo XX fue posible comparar los métodos de trabajo de Tito Livio no con las ideas modernas sobre las tareas del historiador, sino con puntos de vista similares de la era antigua, lo que condujo a una mejora significativa en la opinión del autor romano. (ver la sección "Estudio científico de Tito Livio"). Se prestó especial atención a las dificultades objetivas de Tito Livio para recopilar documentos auténticos y su deseo de analizar la veracidad de las fuentes antes de elegir un texto de referencia. Según Robert Ogilvie, el método principal de Livio para trabajar con fuentes fue seguir a uno de los autores predecesores. Aunque conocía las versiones de otros autores, no siempre resolvía las contradicciones entre ellos. Como ejemplo del análisis de las discrepancias, el investigador cita un fragmento del libro 4, en el que Tito Livio completa la presentación de información contradictoria sobre los magistrados del 434 a. mi. con las siguientes palabras: “Que esto, con lo que queda oculto por el manto de la antigüedad, vaya a lo desconocido”. Ronald Mellor tiene una opinión diferente. Sugiere que antes de comenzar a trabajar en cada fragmento principal de la obra, Livio estudió las obras principales de los predecesores a lo largo del período, después de lo cual consideró la estructura y los temas principales de la obra futura. Luego, según el investigador, siguió un estudio minucioso de las fuentes para los eventos de un año o un libro, cuando se eligió la fuente principal. Finalmente, Livy reescribió los materiales de su fuente principal en un estilo elegante, aclarando ciertas cuestiones controvertidas en el proceso. El investigador defiende los métodos de trabajo de Livy con el argumento de que un estudio detallado de todas las numerosas contradicciones entre las fuentes haría imposible completar un trabajo de esta magnitud. La precisión de su composición se vio afectada negativamente por el trabajo frecuente con fuentes de memoria.

Aunque la "Historia" en su conjunto se caracteriza por las deficiencias descritas anteriormente, en varios casos Tito Livio sometió las fuentes a un análisis crítico, en la medida en que lo permitía la obra histórica de su época. A menudo expresó sus dudas sobre si la fuente ofrecía una versión improbable de los hechos y también señaló diferencias de opinión. Además, Ronald Mellor señala que, en comparación con un Dionisio de Halicarnaso contemporáneo más detallado, a Tito Livio no le gusta repetir tradiciones obviamente fantásticas, e incluye las más comunes en la narración solo por su popularidad. Omite por completo algunos de los mitos más conocidos, presentando en su lugar (o junto con ellos) interpretaciones racionalistas. Por ejemplo, primero cuenta la leyenda de que los bebés Rómulo y Remo fueron alimentados por una loba, y luego cuenta otra versión: que la madre adoptiva de los hermanos, Larentia, "fue llamada entre los pastores" una loba ". porque se entregó a cualquiera” (en latín, “loba” y “prostituta” son homónimos, y se escriben lupa). Hablando de la concepción de Rómulo y Remo por una virgen vestal, Tito Livio omite la leyenda conocida por sus fuentes (Ennius y Fabius Pictor) sobre la aparición del dios Marte, disfrazado en una nube.

Estilo

Características del idioma

Como la mayoría de los otros historiadores antiguos, Livio le dio gran importancia al diseño estilístico del material. Según M. L. Gasparov, un solo acabado estilístico, correspondiente a los gustos del público durante el reinado de Augusto, es una de las principales diferencias entre el trabajo de Tito Livio y los trabajos de los predecesores de Annalist. El estilo de Tito Livio difiere notablemente del de sus historiadores predecesores, lo que marca una ruptura tanto con la tradición analística romana original como con la arcaización artificial del estilo recientemente surgida popularizada por Salustio. Ronald Mellor cree que los romanos a menudo asociaban las actitudes estilísticas de los autores con sus puntos de vista políticos, y esta identificación podría haber influido en Livio para desarrollar su propio estilo, diferente al de sus historiadores predecesores. Tradicionalmente se cree que en el campo del estilo, Livio logró realizar las ideas de Cicerón, quien lamentó la ausencia de autores entre los romanos que pudieran dar una respuesta digna a los grandes historiadores griegos: Heródoto, Tucídides, Jenofonte. Los ecos del estilo de Cicerón aparecen, en particular, en períodos reflexivos del discurso inspirados en el gran orador. También se encuentra la influencia de César, aunque Tito Livio no estaba de acuerdo con su enfatizado vocabulario minimalista. Por varias razones (volumen gigante, duración de la creación, heterogeneidad del material), el estilo de Tito Livio no tiene la integridad inherente, por ejemplo, a Salustio y Tácito. Dependiendo de la situación, el estilo de Livy cambia. También tiene ansias de experimentar (en particular, con la sintaxis de la lengua latina).

Los rasgos característicos del estilo de Tito Livio ya aparecen al comienzo de la composición, sin embargo, en la tercera o quinta década, algunos rasgos de su lenguaje cambian. En particular, la forma perfecta -erunt se está volviendo más común que la forma -ere, que se consideraba arcaica y poética. En la primera década, los verbos con la terminación -ere se usan en la tercera persona del plural del perfecto en el 54,7% de los casos, en la tercera década - en el 25,7%, en la cuarta - en el 13,5%, en la primera mitad de la quinto - en sólo 10, 1% de los casos. Palabras comparativamente raras, arcaicas y refinadas son reemplazadas gradualmente por otras más comunes, aunque los arcaísmos (por ejemplo, duellum en lugar de bellum, tempestas en lugar de tempus) no desaparecen por completo y se encuentran en fragmentos de libros recientes. Los cambios en la elección del vocabulario son notables incluso cuando se comparan las dos pentadas más antiguas: los libros 1-5 y 6-10: varias palabras (proles, infit, miris modis) se usan solo en los primeros libros. En el discurso del historiador se encuentran muchas palabras y expresiones desconocidas en la literatura anterior o conocidas sólo en latín arcaico. Sin embargo, la preservación de la literatura latina antes de Tito Livio es muy fragmentaria y es problemático sacar conclusiones sobre las peculiaridades del uso de palabras individuales. A menudo, Livy usa poeticismos. Por ejemplo, en lugar de fulmina ("relámpago"), Livy a menudo usa ignes (el significado más común es "fuegos"), en lugar de cupiditas: cupido ("pasión", "codicia"). También hay elementos de estilo conversacional.

El matiz de antigüedad inherente al primer libro a veces se explica por el uso del poeta romano temprano Ennius como una fuente importante. Robert Ogilvy sugirió que la diferencia de estilo entre los primeros y los últimos libros se debe al tratamiento estilístico particularmente cuidadoso de los primeros libros, en comparación con los cuales disminuye la intensidad del procesamiento estilístico de los discursos. Consideró esto una idea de Tito Livio: en su opinión, el historiador romano entendió las diferencias entre el habla de los romanos de la antigüedad y la modernidad, y por lo tanto, en libros posteriores, recurrió con mayor frecuencia a técnicas de habla conocidas, cercanas a la discursos de oradores del siglo I a.C. mi. Según otras versiones, el cambio de estilo podría ser el resultado de la evolución natural de Tito Livio como autor, seguido de una revisión de la forma de escribir, o una respuesta a un cambio en el contenido de la obra: en los primeros libros , el autor relató numerosas leyendas y tradiciones de la historia romana temprana, lo que podría afectar la elección deliberada de un vocabulario obsoleto.

Funciones de presentación

Como los historiadores analistas de la época anterior, Tito Livio solía comenzar el relato de los acontecimientos de cada año con una lista de los magistrados que asumieron el cargo, la distribución de las provincias y una descripción de la recepción de las embajadas. Al final de la descripción de los acontecimientos del año, se suele informar de la elección de los magistrados para el año siguiente, de las decisiones de los pontífices y de otros acontecimientos. Sin embargo, el historiador a menudo se desvía de la estructura estricta de los analistas.

A veces, Livy es demasiado detallado, a lo que incluso los autores antiguos prestaron atención. Quintiliano cita como ejemplo la siguiente frase del historiador: "Los embajadores, no habiendo logrado la paz, volvieron a casa de donde vinieron". También contrasta la "abundancia lechosa" de Tito Livio con la brevedad pronunciada de Salustio. Como Salustio, Tito Livio a menudo rompe la simetría de las oraciones. En particular, usa diferentes giros en las mismas situaciones en una frase: “equitum partem ad populandum... dimisit et ut palantes exciperent” - “... envió parte de la caballería para devastar [el país] y para para atrapar [enemigos] dispersos". A menudo, la idea principal de un historiador se expresa en una oración subordinada.

En general, la narración de Tito Livio es a veces monótona, y las descripciones de las batallas (especialmente las más antiguas) suelen ser similares. El historiador recurre a menudo al uso de las mismas imágenes. "Niños que lloran, esposas que, con gritos de desesperación, corren hacia sus esposos e hijos, templos caídos de los dioses, tumbas profanadas de sus antepasados", S. I. Sobolevsky resume los métodos habituales de Livio. El historiador introduce activamente elementos dramáticos en su trabajo, por ejemplo, discursos (los discursos de las figuras más antiguas se consideran ficticios), de los cuales 407 están contenidos en los libros supervivientes. Los más llamativos son los discursos de Camilo contra el reasentamiento. de los romanos en Veyes, dos pares de discursos de Aníbal y Escipión, así como un par de discursos de Catón y Lucio Valerio durante la discusión de la Ley de Opio. Livio recurre a menudo a los métodos de la historiografía "trágica", tratando de impresionar al lector y despertar en él la compasión. Regularmente hay palabras que indican una secuencia de eventos (primo, deinde, tandem - "primero", "luego", "finalmente"). Los puntos de inflexión de la historia se trazan muy claramente en Tito Livio. A menudo se enfatiza lo inesperado del desenlace o el cambio repentino de la situación. La palabra favorita del historiador en tales situaciones es arrepentirse ("de repente", "de repente"):

Con la esperanza de tomar esta fortaleza por la fuerza, Aníbal partió, llevando consigo caballería e infantería ligera; y como vio en secreto la principal garantía del éxito de la empresa, el ataque se llevó a cabo de noche. Sin embargo, no logró engañar a los guardias, y de repente se elevó tal grito que se pudo escuchar incluso en Placentia (XXI, 57; traducido por F. F. Zelinsky).

Gritando estas palabras, mandó tomar cuanto antes los estandartes, y él mismo saltó sobre el caballo; el caballo cayó repentinamente y el cónsul voló sobre su cabeza (XXII, 3; traducido por M. E. Sergeenko).

Algunos escritores informan que se dio una batalla real: los punianos fueron conducidos al mismo campamento en la primera pelea, pero de repente hicieron una salida, y ahora el miedo se apoderó de los romanos. Pero entonces intervino el samnita Decimio Numerio y la batalla se reanudó (XXII, 24; traducido por M. E. Sergeenko).

Livy se caracteriza por la presencia de períodos reflexivos en el habla, pero en comparación con su modelo, Cicerón, son más pesados ​​​​y largos. Quizás la diferencia se deba a la orientación de Cicerón hacia la lectura de obras en voz alta, mientras que la "Historia" estaba pensada principalmente para leerse a uno mismo.

Livy agregó hábilmente pequeños episodios que complementaron bien la narrativa. Dando a la narrativa un color emocional, creó hábilmente episodios dramáticos tanto a nivel macro como micro. La estructura de los episodios individuales está cuidadosamente pensada para lograr la unidad interna, y la presentación generalmente no está sobrecargada con detalles sin importancia. Dado que los lectores sabían cómo, por ejemplo, terminó la Segunda Guerra Púnica, después de las grandes derrotas de los romanos, Tito Livio señala algunos detalles que se convertirán en las razones de futuras victorias. A veces, Livy menciona personajes de libros futuros, por ejemplo, Scipio cuando describe el comienzo de la Segunda Guerra Púnica.

Las características psicológicas de los personajes, importantes para Tito Livio, se dan cuenta de él a través de la descripción de sus pensamientos y sentimientos, a través de los discursos y reacciones de los oponentes. Livio suele dar un retrato extenso de un hombre al describir su muerte. Hay características en la primera mención y en momentos importantes de una carrera, a veces más de una vez: por ejemplo, los toques más significativos al retrato de Aníbal se dan en los libros 21 y 28, y la caracterización de Scipio Africanus se compone de varias descripciones breves en los libros 21-22 y un retrato detallado en el libro 26.

Las desviaciones de la línea principal de la narrativa se dividen condicionalmente en dos grupos principales: los comentarios del historiador sobre las contradicciones en las fuentes y los informes secos sobre la muerte de magistrados y sacerdotes, la fundación de templos, prodigios, hechos de hambruna y epidemias. A veces, Livy expresa sus propios pensamientos sobre eventos importantes, que a menudo son de naturaleza moralista, pero no imponen su punto de vista al lector.

Livy logra la expresividad de la presentación con la ayuda de una serie de recursos retóricos. Los tropos favoritos de Livio son la metáfora ("totam plebem aere alieno demersam esse" - "la plebe ahogada en deudas"), la hipérbole, la metonimia. Las figuras principales son quiasmo, anáfora, asíndeton, aliteración (por ejemplo, "... quorum robora ac vires vix sustinere vis ulla possit" - "[no existe tal fuerza] que pueda resistir su poderosa presión", se pierde la consonancia En traducción). Según S. I. Sobolevsky, la anáfora se usa con más frecuencia que otras, pero en general hay relativamente pocas figuras en la Historia. T. I. Kuznetsova conecta el uso razonable de recursos retóricos con el desarrollado sentido de la proporción del autor. A nivel de sintaxis, Livio hace uso frecuente de parataxis y recurre a menudo al tricolon, un grupo de tres expresiones similares, a menudo de longitud creciente: "tunc adgredi Larisam constituit ratus vel terrore... vel beneficio... vel exemplo" ("deberían haber sido afectados por o temer<...>, o la bendición del rey<...>, o, finalmente, el ejemplo de [tantas comunidades sometidas]), a veces limitado a sólo dos elementos. También usa un hipérbaton, rompiendo el orden habitual de los miembros de la oración: "Aetolique et Athamanes in suos receperunt se fines" ("Los etolios y afamanos volvieron a sí mismos" en la traducción de S. A. Ivanov; literalmente - "... volvieron a sus fronteras”). En algunos casos, Tito Livio tiene paralelismo de partes de la frase: por ejemplo, “Prefiero que un enemigo inteligente me tenga miedo que ser elogiado por estúpidos conciudadanos” (“malo, te sapiens hostis metuat, quam stulti cives laudent” ).

Según la antigua tradición, la "Historia" de Tito Livio incluye los discursos de varios personajes. En la parte de la "Historia" que ha sobrevivido hasta el día de hoy, hay 407 de ellos, y ocupan alrededor del 12% del texto. El estilo de los discursos cuidadosamente construidos de los héroes de Tito Livio fue muy apreciado en la antigüedad: fueron elogiados por Quintiliano y Suetonio. Al mismo tiempo, el estilo de los discursos y la composición principal son ligeramente diferentes, ya que, además de las diferencias al hablar en público, se esperaba el uso de palabras obsoletas en los discursos de personajes antiguos. Si la fuente de Tito Livio (por ejemplo, Polibio) compuso o reprodujo una versión de cierto discurso, Livio lo reescribe significativamente y, desde el punto de vista del estilo, la versión de Tito Livio a menudo parece preferible. Los discursos juegan un cierto papel en la estructura de la composición. Los discursos pareados de los dos Escipiones (padre e hijo, respectivamente) y Aníbal en los libros 21 y 30 marcan el marco de toda la tercera década de la obra. Además de las características psicológicas de los personajes (ver arriba), los discursos ayudan a revelar mejor la situación política o militar en el momento de la entrega y explican las opiniones políticas del personaje y sus oponentes. Todos o casi todos los discursos de los personajes de la Historia (al menos en los libros supervivientes de su obra) son ciertamente ficticios. Como señala I. M. Tronsky, los pensamientos y sentimientos expresados ​​en los discursos son más característicos de finales del siglo I a. e., que para los siglos anteriores. NF Deratani afirma que los discursos elegantes, construidos de acuerdo con todos los cánones de la oratoria, son pronunciados "incluso por senadores y comandantes con poca educación".

opiniones de Libia

Vistas históricas de Libia

Al comenzar a escribir la "Historia", Livio pretendía crear una imagen completa del pasado y no limitarse a volver a contar las obras de sus predecesores. A pesar de la naturaleza a gran escala de la idea, el autor romano pudo considerar el pasado desde un punto de vista unificado. Un elemento importante del concepto histórico de Tito Livio es la teoría de la decadencia de la moral, que los historiadores romanos tomaron prestada de los griegos. Esta teoría se desarrolló más en Roma en los escritos de Gaius Sallust Crispus, quien tuvo un impacto significativo en la historiografía romana. Incluso en la época antigua, Tito Livio y Salustio fueron comparados con los clásicos de la historiografía griega Heródoto y Tucídides. Livio fue comparado con Heródoto, el autor de la fascinante "Historia", y Salustio fue un par de Tucídides analista serio, a pesar de la secuencia opuesta de actividades de los autores griegos y romanos. Sin embargo, a pesar de la proximidad cronológica y, en parte, ideológica, Tito Livio no hizo de los escritos de Salustio un modelo y no siguió los principios básicos del estudio de la historia, que fueron desarrollados por su predecesor. Según A. I. Nemirovsky, la salida de Livio de los desarrollos históricos de Salustio fue causada por la caída de la República romana y, como resultado, la pérdida de independencia en pensamientos y acciones.

Compartiendo el conocido dicho de Cicerón (historia est magistra vitae: "La historia es la maestra de la vida"), Tito Livio consideraba la historia un medio de educación. Al mismo tiempo, los investigadores entienden de manera diferente el significado de los ejemplos (exempla) de Tito Livio, sobre los cuales escribió en la introducción del primer libro. Por ejemplo, V. S. Durov entiende las palabras del historiador romano como una declaración de la importancia de la historia para las generaciones futuras. Ronald Mellor, por otro lado, no solo se enfoca en el llamado de Tito Livio a los lectores para que elijan un ejemplo a seguir, sino que también ve paralelos intencionales entre el pasado y el presente (por ejemplo, entre Tarquinius the Proud y Catilina). A la vuelta de los siglos XX-XXI, aparecieron nuevas interpretaciones de este fragmento, revelando la relación entre los ejemplos de Tito Livio con la ideología y la política de Augusto y considerando la efectividad de usar ejemplos en el material de las acciones de los romanos. Los ejemplos comenzaron a ser considerados no como herramientas auxiliares del historiador para revelar la situación y el carácter de los personajes, sino como elementos estructurales independientes de la narración con un contenido moral claramente expresado (en este caso, los ejemplos se encuentran no solo en el discurso directo de los personajes, sino también en la narrativa principal).

Hay una versión de que Livio vio la evolución del estado moral de los romanos como un proceso más complejo que un movimiento mecánico desde la antigüedad altamente espiritual hasta la modernidad depravada. Como resultado, se supone que Tito Livio compartía plenamente la visión cíclica del desarrollo histórico, aunque esta suposición no se encuentra a menudo en los estudios modernos. Partidario de este punto de vista, Bernard Mineo (P. Bernard Mineo) encuentra en la "Historia" dos ciclos pronunciados de la historia romana de aproximadamente la misma duración (360-365 años), que no coinciden con la división tradicional de la historia romana. historia antes del establecimiento del principado en periodos reales y republicanos. El investigador francés vincula el inicio del primer ciclo con la fundación de la ciudad por parte de Rómulo, su apogeo con el reinado de Servio Tulio, al que sigue un paulatino declive. Él ve el punto de inflexión en la historia romana en la invasión de los galos en el 390 a. mi. y las actividades de Marcus Furius Camillus, a quien Tito Livio presentó como el segundo “fundador” de Roma, es decir, una figura equivalente a Rómulo (los investigadores han notado antes la glorificación artificial de Camilo). Entonces comienza el segundo ciclo, que alcanzó su clímax bajo Escipión el Africano, seguido de una nueva decadencia y saqueo metafórico durante los años de las guerras civiles, detenido por el tercer "fundador" de Roma, Octavio Augusto. El criterio principal para el desarrollo y la regresión de Tito Livio no es sólo y no tanto el estado de la moralidad pública, sino el dominio en una sociedad de armonía (concordia) o discordia (discordia). Sin embargo, tal división no es generalmente aceptada: por ejemplo, V. S. Durov encuentra en el trabajo de Tito Livio solo un ciclo histórico, caracterizado por una disminución gradual de la moralidad y que culmina en las actividades de reforma de Octavio Augusto.

Puntos de vista políticos de Libia

Se supone que Livio no ocupó ningún cargo público, lo que lo distinguió de otros historiadores romanos (Salustio fue el procónsul de África, Asinius Pollio fue un cónsul, Licinius Macro fue un tribuno plebeyo activo). Además, Tito Livio no declara explícitamente sus convicciones políticas en ninguna parte, limitándose solo a palabras generales sobre la importancia de la libertad, la paz y la unidad. Como resultado, varios investigadores modernos llegan a conclusiones opuestas sobre las opiniones políticas del historiador: se le atribuyen claras simpatías republicanas, una orientación senatorial moderadamente conservadora y la total aceptación del principado. Se considera que el motivo del desacuerdo es la contradicción entre los hechos de su biografía y las opiniones expresadas en la "Historia"; por ejemplo, sus palabras "no podemos soportar nuestros vicios, ni la medicina para ellos" se consideran una clara alusión. a la política de Augusto, pero se sabe fehacientemente de la cercanía del historiador al emperador. Las conclusiones sobre las opiniones políticas de Tito Livio a veces se hacen sobre la base del epíteto "pompeyano", que Octavio Augusto llamó al historiador que elogió las actividades de Gnaeus Pompeius Magnus [cit. 4]. Al describir los acontecimientos de la era republicana tardía, Livio apreciaba mucho no solo a Pompeyo, sino también a Mark Junius Brutus y Gaius Cassius Longinus. Todo esto podría considerarse como una manifestación de sentimientos de oposición: Pompeyo fue un oponente de César, el padre adoptivo póstumamente deificado de Augusto, en la guerra civil, y Bruto y Longino fueron los asesinos del dictador. Además, Séneca dejó tal testimonio: "Como mucha gente dijo sobre el padre de César, y Titus Livy lo arregló por escrito, es imposible decidir qué era mejor para el estado: dar a luz a un hijo o no".

Hay diferentes opiniones sobre la actitud de Tito Livio ante la política de Octavio Augusto. Según una versión, Tito Livio podría ser un partidario sincero del programa de Augusto, y el elogio de la antigüedad romana por parte del historiador podría influir en la restauración masiva de templos y el renacimiento de antiguos rituales por parte del emperador. También se señala el origen de Livio de esas capas de mentalidad conservadora de la periferia de Italia, en las que Octavio Augusto se basó durante su reinado. Sin embargo, en la historiografía moderna, también se expresa la opinión opuesta: sobre la actitud escéptica del historiador de Padua hacia la política del primer emperador. Según esta visión, los últimos libros de la obra de Livio estaban llenos de escepticismo sobre las políticas de Augusto, y el retraso en su publicación se debió únicamente al deseo del historiador de esperar la muerte de Augusto para publicarlos sin temor a la censura. Ronald Mellor admite que las opiniones de Livy pueden haber cambiado del apoyo inicial a la decepción por la usurpación del poder en lugar de la esperada restauración de la república. Sin embargo, ve en la publicación tardía de los últimos libros de la Historia no una manifestación de miedo, sino de respeto, y cree que no fueron demasiado sediciosos. Robert Ogilvy se inclina a reconocer a Livio como un historiador políticamente neutral: según sus observaciones, en las partes supervivientes de la Historia no hay ataques a las políticas de Augusto, ni intentos de justificarlo, sino solo ideas generales de lucha por la paz. estabilidad, libertad. Desde la segunda mitad del siglo XX se ha intentado probar la creación temprana de los primeros libros de la Historia, lo que sugiere no la influencia de la política de Augusto en la escritura de Tito Livio, sino el proceso inverso.

Tampoco hay consenso sobre la cuestión de si Tito Livio planeaba influir en la vida política del estado en general y en el desarrollo de las decisiones políticas del emperador y su séquito en particular con su ensayo. Según Robert Ogilvy, el historiador no estableció ningún objetivo político, y en la "Historia" no hay ataques a Augusto, ni justificaciones para sus políticas, sino solo ideas generales sobre la lucha por la paz, la estabilidad y la libertad. Por el contrario, Hans Petersen vio en la "Historia" mensajes dirigidos al emperador, concebidos como una advertencia contra el establecimiento de una monarquía unipersonal. A. I. Nemirovsky ya ve al comienzo de la "Historia" un intento de Livio de comprender el presente y expresar su actitud hacia los eventos de su tiempo a través de una descripción de la antigüedad, y también descubre una velada, pero reconocible para los contemporáneos, descripción de Octavian Augustus en la historia sobre el rey pacificador Numa Pompilio. Ronald Mellor admite que Tito Livio podría influir en parte en algunas de las decisiones del emperador, en particular, el programa para la reconstrucción de los templos antiguos y el renacimiento de los antiguos rituales religiosos.

El historiador aparece como un campeón de los derechos y libertades de las personas, pero se opone al poder de la mafia. Al mismo tiempo, según A. I. Nemirovsky, Livy entiende la libertad principalmente como "la obediencia a las leyes de la república y las costumbres de los antepasados". Más bien, tiene una actitud negativa hacia los plebeyos y las actividades de los tribunos del pueblo. A imagen de Tito Livio, el pueblo romano a menudo se resiste a las ideas de sus líderes, lo que dificulta el desarrollo del estado. A pesar de la intención declarada de describir “las hazañas del pueblo romano”, el pueblo como sujeto independiente de la vida política aparece muy raramente en las páginas de la Historia. Como regla general, los romanos comunes se representan como espectadores comunes de los eventos que se desarrollan, que generalmente están inmersos en conflictos internos y se olvidan de ellos solo ante una amenaza externa. Según N. F. Deratani, el historiador no escribe la historia del pueblo romano, sino de la aristocracia romana, lo que elocuentemente testimonia sus simpatías. El pueblo romano "ocupa un tercer lugar en la obra de Tito Livio", está de acuerdo A. I. Nemirovsky. El historiador a menudo está sesgado hacia los políticos que lucharon contra el dominio de la nobleza y confiaron en el pueblo en sus actividades: por ejemplo, se culpa a Cayo Flaminio y Terencio Varro por los fracasos militares, y se retrata a sus oponentes bajo una luz favorable. Al mismo tiempo, Titus Livius nota los aspectos negativos de los patricios y la nobleza y los positivos de los plebeyos. Las acusaciones infundadas contra la plebe romana también son raras: por lo general el historiador reconoce el trato injusto de la aristocracia con el pueblo e informa sobre las causas de las contradicciones que surgen.

El ideal para él es la observancia de las leyes y costumbres de los antepasados ​​por parte de todos los ciudadanos, así como la prioridad de los intereses públicos sobre los personales. Según G. S. Knabe, el historiador consideraba que las guerras civiles eran el mayor mal para el estado romano.

Su actitud hacia el poder exclusivo es mixta. Así, al principio justifica el poder real, pero en la evaluación de Tarquinius el Soberbio, enfatiza la naturaleza tiránica de su reinado. Aunque los últimos libros de la Historia no se han conservado, se supone que las acciones de Augusto fueron juzgadas por el historiador sin muchos halagos a su mecenas.

Actitud de Libia hacia otros pueblos

Titus Livy idealiza a los romanos en todas las formas posibles y tiene prejuicios hacia otros pueblos. El enfoque del autor en la historia romana se expresó en el abandono de los intentos de escribir una historia general y, como resultado, otros pueblos aparecen en las páginas de la "Historia" solo a través de sus contactos con los romanos. A diferencia de Heródoto, que estaba muy interesado en las costumbres extranjeras, Tito Livio suele mencionar sólo aquellos elementos de la cultura material y espiritual de otros pueblos que los romanos adoptaron y adaptaron. En los discursos de los personajes de la Historia se expresan reiteradamente ideas sobre la exclusividad de los romanos y su superioridad sobre otros pueblos.

Dado que Livio se adhirió a la teoría generalizada de la "decadencia de la moral", las características tradicionales del carácter nacional romano se manifiestan más claramente en la descripción de la historia romana temprana. Varios personajes de su imagen tienen un conjunto desigual de rasgos de un carácter primigeniamente romano. El romano ideal es "un guerrero y patriota severo y valiente, un ciudadano piadoso, orgulloso y sensato, que se distingue por un estilo de vida modesto, seriedad, generosidad, la capacidad de obedecer la disciplina y la capacidad de liderar", resume T. I. Kuznetsova. Según Tito Livio, los valores tradicionales comenzaron a olvidarse paulatinamente bajo la influencia de las costumbres extranjeras que penetraron en Roma a raíz de las conquistas. Sin embargo, los últimos libros de la "Historia", en los que el tema de la "decadencia de la moral" planteado en la introducción debería haber sido expuesto en detalle, no se han conservado.

El historiador contrasta las cualidades idealizadas de los romanos con la depravación de otros pueblos. Tito Livio describió a los cartagineses como traidores, crueles, jactanciosos, arrogantes (debido a estas cualidades, son las antípodas de los romanos) y a sus aliados númidas como poco confiables. El historiador describe a los galos como frívolos, impacientes, arrogantes, salvajes, a los etruscos como traicioneros, y por boca de uno de los comandantes llama a los sirios más esclavos que guerreros. Los griegos en su conjunto se muestran como frívolos, y los etolios, a menudo mencionados en la cuarta década de la Historia, son indisciplinados e infieles.

El historiador explica las victorias de los romanos sobre ellos por la moral corrompida de otros pueblos. Al mismo tiempo, los soldados de los oponentes de Roma también pueden retratarse positivamente, pero en este caso, el reconocimiento de su valor solo enfatiza los méritos de los romanos victoriosos. Sin embargo, Tito Livio señala las cualidades positivas de los oponentes de Roma (por ejemplo, los sabinos y Aníbal personalmente) que coincidían con la destreza romana tradicional. Hechos que podrían revelar los rasgos negativos del carácter de los romanos, Tito Livio a menudo es silenciado o presentado bajo una luz menos desfavorable. A menudo, las acciones antiestéticas de los romanos se describen como la iniciativa de individuos que actúan en contra de la voluntad de los dioses, obedeciendo solo a sus propias pasiones.

Livio justifica consistentemente la política exterior de Roma, hasta una clara distorsión de la realidad. En su descripción, las guerras siempre comienzan por las acciones de los oponentes de los romanos. Las derrotas de las tropas romanas suelen estar provocadas por circunstancias que escapan a su control. Sin embargo, esta tendencia fue característica de muchos historiadores antiguos. Además, se supone que Tito Livio solo podía tomar prestadas mecánicamente todas las interpretaciones del comienzo de las guerras de los historiadores predecesores. Sin embargo, Tito Livio reconoce la crueldad de los romanos hacia los pueblos conquistados. Entonces, condena el saqueo de la Grecia conquistada por los romanos, no oculta los hechos de la destrucción de las ciudades, no guarda silencio sobre las protestas de la población local contra el nuevo gobierno, aunque trata de convencer a los lectores de que al final los romanos y los pueblos conquistados llegaron a un acuerdo.

Puntos de vista religiosos Libia

La religión ocupa un lugar significativo en la obra de Tito Livio. El historiador defiende la creencia de que los dioses participan en los asuntos terrenales, ayudan a los piadosos y estorban a los injustos. Al hacerlo, no descienden del cielo y no intervienen directamente, sino que ayudan brindando una oportunidad para la victoria. Según el historiador, los dioses patrocinan especialmente al pueblo romano. Al mismo tiempo, el descuido de los dioses puede llegar a ser la causa de muchos desastres para los romanos. Considera la religión el fundamento de la moral pública, reconoce la existencia del libre albedrío, por lo que las personas son responsables ante los dioses por sus acciones. Para Tito Livio, es muy importante si los políticos y comandantes que describe actuaron de acuerdo con signos sobrenaturales (ver más abajo) o los descuidaron. A partir de la tercera década, la atención de Tito Livio a los temas religiosos comenzó a declinar, quizás debido a un estudio detallado del racionalista Polibio. Sin embargo, Plutarco vuelve a contar la historia de un adivino que se enteró del resultado de la Batalla de Pharsalus en el 48 a. mi. sobre el vuelo de los pájaros, con referencia a los últimos libros no conservados de Tito Livio.

Las opiniones religiosas del propio historiador se evalúan de manera diferente: se le atribuye tanto un escepticismo racional como una fe inquebrantable en los dioses romanos. Como señala S. I. Sobolevsky, es poco probable que Livio compartiera todas las creencias sobrenaturales sobre las que escribió, y sus ideas religiosas al menos diferían de las de la gente. AI Nemirovsky cree que las opiniones religiosas del historiador romano se formaron bajo la influencia del culto al emperador introducido gradualmente por Octavio Augusto. Livy, sugiere el investigador, trató la religión como una forma tradicional de apaciguar a los romanos. Al mismo tiempo, además de demostrar la importancia de la religión para la sociedad romana, Tito Livio reconsidera críticamente una serie de disposiciones de la mitificada historia temprana de Roma. La tendencia a reportar contraargumentos inmediatamente después de una historia de milagros y leyendas sin una conclusión final puede estar inspirada por el escepticismo filosófico que era popular en esos años, que recomendaba abstenerse de juicios categóricos, o por el deseo de dejar la decisión de un tema controvertido. a criterio del lector.

A menudo se expresan opiniones sobre la influencia de la filosofía del estoicismo en Libia. Michael von Albrecht sugiere que el historiador sólo estaba familiarizado con esta doctrina, y es imposible atribuirla a los estoicos por considerar no a la roca impersonal, sino al hombre, como el creador de la historia. Otros investigadores, por el contrario, encuentran en la "Historia" una idea sostenida consistentemente sobre el papel decisivo del todopoderoso destino o providencia, una idea que es característica de los estoicos. Según Patrick Walsh, la cercanía de Tito Livio con las ideas del estoicismo es más notable en el uso de los términos "destino" (fatum) y "fortuna" (fortuna) en su sentido estoico. Sus convicciones estoicas pueden haber sido más fuertes porque el estoicismo que se desarrolló en Grecia estaba en buen acuerdo con los principios de la religión romana tradicional. Al mismo tiempo, se observa que los propios estoicos estaban parcialmente divididos en algunas cuestiones: en particular, Posidonio defendía el significado de los signos sobrenaturales como expresión de la voluntad de los dioses, mientras que Panecio lo negaba. Livio en este asunto se unió al punto de vista de Posidonio.

Tito Livio escribe todos los signos milagrosos (prodigios), considerándolos una manifestación de la voluntad de los dioses. La mayoría de ellos están contenidos en la descripción de los eventos posteriores al 249 a. e., cuando los pontífices romanos comenzaron a ingresar toda la información sobre los prodigios en la crónica estatal. El mayor interés por los fenómenos sobrenaturales del historiador, que repetidamente dudó de la veracidad de una serie de mitos y leyendas (ver arriba), está asociado con la creencia de que la voluntad divina se realiza a través de signos. Sin embargo, a veces Livio duda de la verdad de los milagros y prodigios.

"Patavinitas"

Gaius Asinius Pollio dijo una vez que Tito Livio se distingue por patavinitas ("Padua", del nombre de la ciudad natal del historiador). El significado de esta palabra no se conoce exactamente, y actualmente hay varias interpretaciones diferentes de esta afirmación. Según una versión, se trataba de "paduanismos" en su obra, es decir, de las palabras y giros característicos del habla provinciana en Patavia. Pollio también puede haber tenido en mente el estilo rico o sublime de la Historia. También hay una versión sobre la alusión de Pollio a las cualidades morales del propio Tito Livio: los habitantes de Patavia en la época romana tenían fama de ser adherentes a estrictos principios morales. También se propone una versión sobre la insinuación de Pollio sobre la estrechez del pensamiento de un provinciano.

Conservación de composiciones

De los 142 libros de la Historia, 35 han llegado hasta nuestros días: los libros 1-10 sobre los acontecimientos desde la mítica llegada de Eneas a Italia hasta el 292 a. mi. y los libros 21-45 sobre eventos desde la Segunda Guerra Púnica hasta el 167 a. mi. Además, el libro 91 sobre la guerra con Sertorius ha sobrevivido parcialmente.

Se dan varias razones por las que la obra de Tito Livio no ha sobrevivido en su totalidad, a pesar de su enorme popularidad en la antigüedad. La enorme cantidad de trabajo que implicaba la transcripción era costosa y, como resultado, cada copia completa tenía que costar una fortuna. Otros factores también influyeron en la conservación de esta obra. En el siglo VI, el Papa Gregorio I ordenó quemar todos los libros del historiador por numerosas historias sobre la "superstición de los ídolos".

Numerosos resúmenes de la obra de Tito Livio, realizados en la Antigüedad tardía, también han sobrevivido hasta nuestros días. El primer extracto de este tipo de la obra de Tito Livio ya se compiló en el siglo I d.C. e.: Martial lo menciona. El más famoso de los epitomadores sobrevivientes (del griego antiguo ἐπιτομή - reducción, extracción, resumen) Livia - Granius Licinianus, Eutropius, Festus, Paul Orosius. También se conoce un papiro de un autor desconocido del siglo III a principios del IV con un resumen de la historia romana de 150-137 a. mi. También hubo extractos temáticos: Lucius Annaeus Florus se concentró en describir guerras, Julius Obsequent en eventos y signos sobrenaturales, cuyas ideas jugaron un papel importante en la vida pública de Roma; Cassiodorus tomó prestadas listas de cónsules de Tito Livio. Sin embargo, estos extractos podrían compilarse no sobre la base del trabajo original, sino de alguna abreviatura intermedia (posiblemente mencionada por Martial). Para navegar a través de la enorme obra de Tito Livio, se compilaron periochs (griego antiguo περιοχή - extracto del texto, extracto), una breve lista, generalmente de unas pocas líneas, de los eventos principales, que se describían en detalle en cada libro. Los periohs han sobrevivido hasta el día de hoy en su totalidad, con la excepción de extractos de los libros 136 y 137. Finalmente, se han conservado extractos separados de varios autores antiguos.

Los otros escritos de Livy no han sobrevivido.

manuscritos

El gran volumen de la "Historia" condujo al hecho de que en la Edad Media, diferentes partes del trabajo (por lo general, décadas) se conservaron y copiaron por separado, lo que predeterminó su destino diferente.

La primera década sobrevivió gracias a copias de los siglos IX-XI, que se remontan al único manuscrito que falta, editado a finales del siglo IV - principios del siglo V (ver más abajo) y conocido como "Simmakhov" o "Nicomachean". (símbolo - ""). Teniendo en cuenta las copias bajomedievales realizadas poco antes de la invención de la imprenta (lat. recentiores), el número total de manuscritos de la primera década supera los 200. Durante mucho tiempo, los manuscritos se dividieron en "italianos" y "galos", pero a fines del siglo XX se dividieron en tres grupos: "μ" (mu), "Λ" (lambda), "Π" (pi). El primer grupo está representado solo por el manuscrito de Mediceus (símbolo - "M"), creado en el norte de Italia a mediados del siglo X, y el manuscrito ahora perdido Vormaciensis (nombre dado debido al descubrimiento en la Catedral de Worms; símbolo - " Vo”), parte de las discrepancias que, junto con otros manuscritos, registraron los filólogos del siglo XVI. Dos fragmentos de la Antigüedad tardía son de particular interés: un breve fragmento del libro 1 en un papiro de los siglos IV-V encontrado en Oxyrynchus, y fragmentos de los libros 3-6 en el palimpsesto de Verona No. XL de los siglos IV-V (símbolo - "V"), que fue descubierto por Charles Blume en 1827 y publicado por Theodor Mommsen en 1868. En el último texto, a pesar de su brevedad, se encontraron varias discrepancias con todos los demás manuscritos conocidos.

La tercera década nos ha llegado gracias a más de 170 manuscritos, que se dividen en dos grupos principales: en primer lugar, el manuscrito Puteanus Paris. lat. 5730 ("P") y sus numerosas copias, en segundo lugar, manuscritos copiados del códice perdido Spirensis. El primer grupo se llama convencionalmente "Putean" por la versión latinizada del apellido del humanista Claude Dupuy - "Puteanus", el segundo grupo - "Speyer" (Spirensis) debido a la Catedral de Speyer, en la que se encuentra el manuscrito más famoso de este grupo fue encontrado. Los manuscritos del primer grupo contienen los libros del 21 al 30, y los manuscritos del segundo grupo contienen los libros del 26 al 30, así como la cuarta década de la "Historia". El manuscrito "P" fue escrito en el siglo V en escritura uncial, que luego cayó en desuso, lo que predeminó numerosos errores en su copia en la Edad Media. En los mil años que transcurrieron antes de la invención de la imprenta, la condición de este manuscrito se deterioró significativamente y se perdieron algunas páginas, especialmente al principio y al final. Las primeras copias conocidas, realizadas en Tour Vaticanus Reginensis 762 (o Romanus, "R") de principios del siglo IX y realizadas en Corby o Tour Mediceus de finales del siglo IX ("M"), tampoco están muy bien conservadas, y para la reconstrucción del texto original (especialmente las primeras y últimas páginas, posteriormente perdidas en el manuscrito original), el manuscrito del siglo XI Parisinus Colbertinus ("C"), realizado en Cluny, es más valioso. Todas las demás copias en el grupo "Putean" se hicieron con "R". A principios del siglo XIV, sobre la base de una copia de este grupo, se creó el manuscrito Aginnensis ("A"), en cuya creación, según la teoría de Giuseppe Billanovic, Petrarca participó activamente. Además de la tercera década, en este manuscrito se incluyeron la primera y la cuarta décadas de la Historia, y se modificó el texto, que Billanovic atribuyó a Petrarca. Posteriormente, el mayor filólogo de su época, Lorenzo Valla, también hizo correcciones a este manuscrito. Si bien se ha generalizado la hipótesis de la seria contribución de Petrarca, en la actualidad su contribución ha sido revisada hacia una seria reducción -el trabajo principal fue realizado por sus predecesores-. Se desconoce la fuente original de los manuscritos del grupo "Speyer". Durante mucho tiempo se consideró que se trataba de un manuscrito encontrado por Beat Renan en la Catedral de Speyer y que pronto se perdió: solo se conservaron dos hojas, lo que permitió datarlo en el siglo XI y considerar a Italia como el más probable lugar de creación. A veces se piensa que otra posible fuente de esta tradición es el palimpsesto Taurinensis (llamado así por el nombre latinizado de Turín, símbolo "Ta") con fragmentos de los libros 27 y 29, cuyo manuscrito se perdió en un incendio en 1904. El documento original se realizó en el siglo V y, en la mayoría de las discrepancias, coincidía con los manuscritos del grupo "Speyer". Sin embargo, desde finales del siglo XX, a veces se hace referencia a "Ta" como una tradición independiente que no dejó copias medievales. De interés para la reconstrucción del texto original también es el manuscrito "H", creado ya en el siglo XV, pero en varias opciones de lectura difiere de otros manuscritos del grupo "Speyer".

La cuarta década ha sobrevivido a través de varios manuscritos de diversos orígenes. La gran mayoría de los manuscritos (alrededor de un centenar) que contienen el texto de la cuarta década tienen dos lagunas significativas: omiten el libro 33 y el final del libro 40. El texto que falta fue restaurado solo en el siglo XVII a partir de dos manuscritos copiados de otros originales. . La primera fuente para la reconstrucción del texto perdido fue un manuscrito encontrado en la Catedral de Mainz (Moguntinus), que se perdió poco después de la publicación de su texto. La segunda fuente fue un manuscrito uncial conservado fragmentariamente (Bambergensis Class. 35a), creado en el siglo V y que se sabe que fue adquirido en Piacenza por el emperador Otto III. Se hicieron dos copias de este manuscrito antes de que el manuscrito antiguo se usara para fines domésticos: dos de sus fragmentos se usaron para encuadernar otro libro. En 1906, se encontraron fragmentos dispersos de un manuscrito del libro 34 de los siglos IV-V en la Basílica de Letrán en Roma.

La quinta década está preservada por un solo manuscrito Vindobonensis Lat. 15, que data de principios del siglo V y fue descubierto recién en 1527 en el monasterio de Lorsch por Simon Griney. El monasterio, presumiblemente, adquirió este manuscrito durante el apogeo del "Renacimiento carolingio", pero fue olvidado durante mucho tiempo. Después del descubrimiento, el manuscrito fue transportado a Viena, aunque para entonces se habían perdido varias hojas, y su contenido se restaura solo a partir del texto impreso por Greeney. El texto del manuscrito es bastante difícil de leer y deja espacio para la interpretación, lo que se ve agravado por la conservación mediocre del documento de 1500 años de antigüedad y los errores del escriba - se supone que no siempre analizó correctamente la letra cursiva en el manuscrito original.

Finalmente, se ha conservado un fragmento significativo del libro 91 gracias a un palimpsesto en un manuscrito de Vaticanus Palatinus lat. 24. Fue descubierto en 1772; más tarde, en el mismo manuscrito, se encontraron fragmentos de las obras de Séneca, que en un principio se confundieron con los escritos perdidos de Cicerón. El período de la Historia se conserva mejor en el manuscrito de Heidelberg del siglo XI.

La búsqueda de manuscritos de escritores antiguos, característica de los humanistas, también se extendió a Tito Livio: los numerosos éxitos de los amantes de la antigüedad hicieron posible esperar el descubrimiento de los libros faltantes de su composición, ya que la escala de la Historia se conocía desde el Reseñas de escritores antiguos. El predecesor inmediato de los humanistas, Lovato Lovati, que estaba muy interesado en la antigüedad, buscaba activamente libros de Tito Livio. Petrarca lamentó la pérdida de la segunda década. Se sabe que buscó a propósito los manuscritos de Tito Livio y Coluccio Salutati. La búsqueda de humanistas fue alimentada por rumores que circulaban: se rumoreaba que en un monasterio cerca de Lübeck (quizás fue Cismar) se conservaba el texto completo de la Historia, y un cierto danés, habiendo llegado a Italia, afirmó haber visto manuscritos. de diez décadas de la Historia en Sorø. Todos estos rumores no fueron confirmados. Desesperado por encontrar la segunda década de la Historia, Leonardo Bruni compiló su propia historia de la Primera Guerra Púnica en latín.

A pesar de los esfuerzos de los conocedores de la antigüedad para buscar manuscritos de las partes perdidas de la "Historia", los hallazgos son muy raros y, a menudo, son copias de manuscritos ya conocidos, como, por ejemplo, se encontró en Marburg en los archivos de la antigua. Principado de Waldeck con fragmentos de la primera década. Los manuscritos de libros perdidos suelen ser muy antiguos y de tamaño pequeño, como un pequeño fragmento del libro 11 encontrado por una expedición arqueológica polaca en un antiguo monasterio copto en 1986.

Historiador romano Titus Livius (Titus Livius), años de vida 59 - 17 años. ANTES DE CRISTO. Nacido en una familia acomodada en Patavum (Padua), Italia. Este lugar se hizo famoso por el hecho de que aquí se escribió la obra inmortal de Shakespeare. La fierecilla domada«.

Alrededor del 38 a.C. llega a Roma y empieza a trabajar, a la edad de unos 27 años. Escribir la historia del imperio ocupó la mayor parte de la vida de Tito Livio: no le quedaba tiempo ni para completar la magistratura ni para las actividades sociales.

El historiador Tito Livio vivió aquí durante 76 años, lo que fue suficiente para escribir el libro de 300 páginas "Desde la fundación de la ciudad" ("Ab Urbe Condita"). Se necesitaron 40 años para escribirlo. 142 volúmenes describen 770 años de historia romana. Muchos de ellos se perdieron, pero se salvaron 35 libros: i-x, xxi-xlv.

Contienen hechos desde el inicio de las guerras que precedieron a la fundación de la ciudad, hacia el 753 a.C. Hasta el período del colapso de un estado poderoso en el 9 a. Los libros están ordenados por décadas, hay tres de ellos:

  • Maquiavelo, primera década de Tito Livio;
  • tercera década;
  • cuarta década;
  • La primera penctada del quinto libro.

Tito Livio lleva a cabo la cronología según el calendario pontificio (religioso), así como las fechas fijadas oficialmente en los documentos estatales. El clero de Roma logró crear un esquema estricto de los acontecimientos históricos. Los datos que indicaron fueron posteriormente confirmados por lingüistas y arqueólogos. Todos los registros se combinaron y publicaron en 123 d.C. compuesto por 80 libros.

  • I-V: Origen de Galia desde Roma
  • VI-XV: Inicio de las Guerras Púnicas
  • XVI-XX: Primera Guerra Púnica
  • XXI-XXX: Segunda Guerra Púnica
  • XXXI-XLV: Guerras de Macedonia y Siria.

¿Cuán objetivamente Livio refleja la historia de Roma?

Guerras de Roma. Tito Livio

Hay datos históricos que dan motivos para creer que la obra de Tito Livio fue escrita por orden oficial. Y, en consecuencia, los eventos en él se reflejan subjetivamente por parte del emperador. Se aportan los siguientes hechos:

Se debate el reconocimiento de Titus Livius como el historiador oficial de Augusto. Presumiblemente, esta es la primera década desde que comenzó a grabar, alrededor del 33 a. la batalla de Aktum alrededor del 27 a. Octavian se indica en ellos condicionalmente como emperador.

Las historias cuentan el papel del jefe del estado romano en la escritura de libros " secuestro de virginia” y “Sobre Lucrecia”.

En el prefacio, el historiador romano Titus Livy invita al lector a tomar la historia como ejemplo a seguir:

« Lo que hace que el estudio de la historia, en lo principal, sea mutuamente beneficioso y fructífero. Lo cual sin duda representa un tipo de experiencia; de él puedes elegir lo que favorezca e imite tu condición, y evite el destino de Mark...«

Dirige a sus lectores a estudiar las costumbres y la política, mantiene la moralidad:

« Estas son las preguntas a las que me gustaría que todos prestaran mucha atención al estudiar la historia de Roma: qué es la vida y las costumbres, qué tipo de personas y políticos había allí, cómo se creó un imperio en paz y en guerra, ampliando sus fronteras. ..«

Describió otras naciones:

«.. Los galos son herejes y obstinados, les falta resistencia elemental; mientras que para los griegos es mejor hablar que pelear, ella es desmedida en sus emociones...«

Describe a los númidas como los más lujuriosos: "... sobre todos los bárbaros son los númidas, que están sumidos en las pasiones...«

En los 35 libros sobrevivientes de Titus Livius, 407 discursos de grandes políticos, generales y ciudadanos fueron reproducidos con precisión. A modo de ejemplo, podemos añadir un discurso del tribuno del pueblo Canuleyo sobre impedir los matrimonios entre patricios y plebeyos (libro 4, pp. 2-5), o el senador Fabio Máximo sobre la condena del plan de Cornelio Escipión (libro 28, pp. 40-42).

También describe los ritos religiosos, incluida la tradición del sacrificio, y cita los textos de las oraciones pronunciadas por los sacerdotes. Cada línea de la "Fundación de la Ciudad" de Titus Livius está impregnada de patriotismo y un elemento moral. Caracteriza a los romanos a lo largo de la historia como un pueblo firme, intolerante a la derrota en la guerra.

Historia de Roma por Titus Livius


Tito Livio "Historia de Roma"

Titus Livius describe eventos históricos clave con su talento retórico y estilo literario. Atrae la atención de la audiencia con sus discursos y descripciones emocionales. De varias versiones contradictorias de lo sucedido, elige la que acompaña al mantenimiento de la dignidad nacional romana.

A veces cita incorrectamente datos de fuentes literarias griegas. Describe muchos detalles cotidianos de la vida de la sociedad romana, que no se pueden obtener de los registros de otros autores, pero está sesgado en historias sobre asuntos militares y políticos. El libro es una guía esencial para el general romano, que cubre el período de la historia de la República romana desde su inicio hasta la caída del imperio.

Titus Livius descargar "Historia de Roma desde la fundación de la ciudad" ("Ab urbe condita")

LIVIO, TITO(Tito Livio) (59 a. C. - 17 d. C.), historiador romano, autor Historia de Roma desde la fundación de la ciudad. Nacido en el norte de Italia en la ciudad de Patavius ​​​​(actual Padua), en el momento de mayor prosperidad de la ciudad, tanto económica como cultural. La infancia y la juventud de Tito Livio coincidieron con la época del rápido ascenso al poder de Julio César y transcurrieron bajo el signo de sus campañas galas y las guerras civiles que las siguieron, que culminaron con el establecimiento de un imperio bajo el gobierno de Augusto. Livy se mantuvo al margen de los turbulentos acontecimientos de la época, prefiriendo la vida cerrada de un hombre erudito. En un período bastante temprano de su vida, Livio se mudó a Roma, ya que aquí había fuentes sin las cuales era imposible estudiar historia. Sabemos muy poco sobre la vida privada de Libia. Se sabe que supervisó los estudios del futuro emperador Claudio. De gran importancia en la vida de Livio fue su amistad con Augusto, quien amaba a Livio como persona y admiraba su libro, a pesar de su espíritu republicano.

En su juventud, Tito Livio escribió diálogos filosóficos que no han llegado hasta nosotros, pero ca. 26 aC emprendió la obra principal de su vida, Historia de Roma. Tito Livio trabajó en él hasta el final de su vida y logró llevar la presentación a la muerte de Druso (9 a. C.). Este enorme trabajo constaba de 142 libros, según los estándares modernos: 15-20 volúmenes de tamaño mediano. Ha sobrevivido alrededor de una cuarta parte, a saber: los libros I-X, que cubren el período desde la legendaria llegada de Eneas a Italia hasta el 293 a. C.; libros XXI-XXX que describen la guerra entre Roma y Aníbal; y los libros XXXI-XLV, que continúan la historia de las conquistas de Roma hasta el 167 a. El contenido de los otros libros lo conocemos por un breve recuento de ellos compilado más adelante.

Por mentalidad, Livio se inclinaba hacia el romanticismo y, por lo tanto, en el prefacio de Cuentos dice que el objetivo del historiador es promover la moralidad. Cuando Tito Livio escribió su libro, la sociedad romana estaba en declive en muchos sentidos, y el historiador miró hacia atrás con admiración y anhelo a una época en que la vida era más simple y la virtud superior. El valor de cualquier investigación histórica radica, según Livio, en su aplicabilidad a la vida. Lea la historia de la gran nación, insta, y encontrará tanto ejemplos como advertencias. La grandeza de Roma descansaba en la estricta observancia del deber, tanto en el ámbito privado como en el público, y todos los problemas comenzaron con la pérdida de fidelidad a las reglas establecidas. La conquista de tierras extranjeras trajo riqueza, con la riqueza aumentó el lujo y se perdió el respeto por los preceptos morales.

A las antiguas leyendas populares de Roma, "pertenecientes", como señala acertadamente el propio Livio, "más bien al campo de la poesía que a la historia", las trató con amoroso escepticismo. Vuelve a contar estas historias, a menudo muy buenas, e invita al lector a decidir por sí mismo si debe creerlas. En cuanto al aspecto fáctico del asunto, no siempre es posible confiar en él. Livy deja de lado algunas fuentes importantes; sus ideas sobre el funcionamiento del mecanismo estatal, sobre asuntos militares, son muy débiles.

El lenguaje de Livio es rico, elegante, muy colorido, Livio es un artista hasta la médula de sus huesos. Describe perfectamente a sus personajes, por lo que su libro es una galería de retratos vívidos y memorables. Livio es un gran narrador, en las páginas de su libro el lector encontrará muchas historias conocidas desde la infancia. Aquí está la leyenda contada por T. Macaulay en verso sobre cómo Horace Coclitus solo sostuvo el puente durante el ataque del rey etrusco Porsenna, y la historia de la captura de Roma por los galos liderados por Brennus, y la tragedia de Tarquinius. y Lucrecia, que sirvió de argumento a uno de los primeros poemas de Shakespeare, y la historia de Bruto el libertador y cómo el ejército de Aníbal cruzó los Alpes. Livio expone sus tramas de forma lacónica, logrando un potente sonido dramático. Livio se caracteriza por la amplitud, rinde homenaje incluso a los enemigos de Roma. Como otros autores romanos, ignora el largo período de dominación etrusca, pero reconoce plenamente la grandeza

La historiografía para los romanos era más un arte que una ciencia. Se basó más en un himno a la grandeza de la Patria, un llamado a inclinarse ante el valor de los compatriotas, un llamado al tesoro de ejemplos destacados del pasado, que en la precisión histórica y la objetividad científica.

GAI JULIO CÉSAR (102 - 44 a. C.), Destacada figura política y militar de la antigua Roma, fue un maravilloso orador y escritor. Se dio fama mundial a sus Notas sobre la Guerra de las Galias y Notas sobre la Guerra Civil. Ambas obras quedaron inconclusas.

"Notas sobre la Guerra de las Galias" en la antigua Roma, la escritura de César se consideraba un modelo de prosa ática seca y concisa. Tradicionalmente, es la primera obra de latín clásico que se lee en las lecciones de esta lengua, y relatan las actividades de César en la Galia, donde fue procónsul durante casi diez años, librando numerosas guerras con las tribus galas y germánicas que resistieron. la invasión romana.

"Apuntes sobre la Guerra Civil" narra el comienzo de la guerra entre César y Pompeyo. En la primera obra, César quiere presentar sus actividades en la Galia bajo una luz favorable, para mostrarse como un comandante invencible y un político sabio. En una presentación estrictamente considerada, el lector se inspira en la idea de que la guerra en la Galia tenía como único objetivo proteger los intereses legítimos de Roma y las tribus aliadas con ella. Con respecto al lado fáctico de la narración, César trata de evitar las mentiras descaradas, pero a menudo actúa por defecto.

EN "Apuntes sobre la Guerra Civil" busca mostrar que la culpa del estallido de la guerra civil en Roma no es suya, sino de sus oponentes: Pompeyo y el partido del Senado.

Los escritos de César son una valiosa fuente histórica. Entonces, en las Notas sobre la Guerra de las Galias, informa importante información etnográfica sobre los habitantes de Europa en ese momento: galos, alemanes, británicos.

César disfrutó de la fama de un destacado estilista. Sus escritos se distinguen por su sencillez y claridad de estilo. Sin embargo, esta concisión, la selección estricta de los medios léxicos no reduce la expresividad del texto.

GAI SALLUSCIO Crispo (86 - 35 a. C.) historiador romano del siglo I antes de Cristo mi. Pertenecía al partido popular encabezado por Julio César. Salustio ocupó varios cargos importantes hasta el de procónsul de la provincia romana de Nueva África. Tras la muerte de César, se aleja de la política, dedicándose por completo a la labor literaria. De sus OBRAS HISTÓRICAS se conservan la "Conjura de Catilina", "La guerra con Jugurta" y un extracto de "Historia".

Viviendo en una era de agudos cambios políticos y sociales. la crisis de la política romana, el hundimiento de la república, Salustio busca en la historia una explicación a los acontecimientos de nuestro tiempo. Se refiere, en particular, a la teoría de la "decadencia de la moral", que vio la causa de la muerte de la sociedad en dos vicios principales: el ansia de poder y la codicia. Salustio quiere presentarse como un observador imparcial de los acontecimientos, pero en realidad está profundamente sesgado. El culpable de la decadencia del estado romano, retrata la nobleza romana, la depravación, la venalidad y la inmoralidad de la nobleza. denuncia los vicios de la sociedad contemporánea.

Primera monografía de Sallust - "Conspiración de Catilina" - Dedicado a los acontecimientos del pasado reciente. La figura central es Catilina. La presentación abre con su caracterización y termina con un relato sobre su heroica muerte. Pero Catilina se presenta en el contexto de la decadencia de la sociedad romana como producto de esta descomposición.

La segunda monografía conduce a un pasado algo más lejano: "Guerra con Jugurtha" . Basando la elección del tema, Salustio señala que “entonces por primera vez comenzó la lucha contra la arrogancia de la nobleza”. El curso de la guerra se describe en relación con la lucha de los partidos en Roma.

TITO LIVIO (59 -17 a. C.) un eminente historiador romano.

Durante el período de la república, la historiografía era la suerte del estado. Figuras con experiencia política y militar. Livy es un historiador literario.

Creó una obra enorme, que cuenta con 142 libros, de los cuales 35 se han conservado íntegramente, el resto se conoce solo brevemente. La obra histórica de Tito Livio se basa en la idea de la grandeza de Roma, la glorificación de la moral, el patriotismo y el heroísmo de los antepasados, característica de la política ideológica del principado de Augusto.

Titus Livy fue un representante de la dirección artística y didáctica de la historiografía antigua. Para él, no tanto la investigación como las tareas edificantes y morales eran importantes; principio: "la historia es la maestra de la vida". Este establecimiento de objetivos llevó al autor por un camino puramente artístico, seleccionó hechos más vívidos y emocionalmente expresivos, luchó por un artista fascinante. presentación.

Gaius Suetonius Tranquill (yo- todossiglos ANUNCIO). Suetonio tuvo mala suerte en opinión de filólogos e historiadores. Como historiador siempre fue eclipsado por Tácito, como biógrafo por Plutarco. La comparación con ellos era demasiado desventajosa para él. Las deficiencias e imperfecciones de las biografías de Svetoniev se establecieron hace mucho tiempo, y su lista pasa sin cambios de un libro a otro. A Suetonio no le importa la consistencia psicológica: enumera las virtudes y los vicios de cada emperador por separado, sin pensar cómo podrían vivir juntos en una sola alma. A Suetonio no le importa la secuencia cronológica: combina en una lista los hechos del comienzo y el final del reinado, sin lógica ni conexión. Suetonio carece de comprensión de la historia: presenta las imágenes de los emperadores aisladamente del trasfondo histórico y, analizando en detalle las pequeñas cosas de su vida privada, solo menciona casualmente eventos históricos realmente importantes. Suetonio carece de gusto literario: no le importa el acabado artístico del estilo, es monótono y seco.

"La vida de los 12 césares" - Los emperadores romanos son muy a menudo presentados ingenuamente como una especie de héroes y sabios estadistas, velando día y noche por el bien de la Patria. Sin embargo, el antiguo historiador romano Gaius Suetonius Tranquill refutó por completo esta noción en su libro.


Apellido: Livio
Ciudadanía: Italia

Nacido en el norte de Italia en la ciudad de Patavius ​​​​(actual Padua), en el momento de mayor prosperidad de la ciudad, tanto económica como cultural. La infancia y la juventud de Tito Livio coincidieron con la época del rápido ascenso al poder de Julio César y transcurrieron bajo el signo de sus campañas galas y las guerras civiles que las siguieron, que culminaron con el establecimiento de un imperio bajo el gobierno de Augusto. Livy se mantuvo al margen de los turbulentos acontecimientos de la época, prefiriendo la vida cerrada de un hombre erudito. En un período bastante temprano de su vida, Livio se mudó a Roma, ya que aquí había fuentes sin las cuales era imposible estudiar historia. Sabemos muy poco sobre la vida privada de Libia. Se sabe que supervisó los estudios del futuro emperador Claudio. De gran importancia en la vida de Livio fue su amistad con Augusto, quien amaba a Livio como persona y admiraba su libro, a pesar de su espíritu republicano.

En su juventud, Tito Livio escribió diálogos filosóficos que no han llegado hasta nosotros, pero ca. 26 aC retomó la obra principal de su vida, la Historia de Roma. Tito Livio trabajó en él hasta el final de su vida y logró llevar la presentación a la muerte de Druso (9 a. C.). Este enorme trabajo constaba de 142 libros, según los estándares modernos: 15-20 volúmenes de tamaño mediano. Ha sobrevivido alrededor de una cuarta parte, a saber: los libros I-X, que cubren el período desde la legendaria llegada de Eneas a Italia hasta el 293 a. C.; libros XXI-XXX que describen la guerra entre Roma y Aníbal; y los libros XXXI-XLV, que continúan la historia de las conquistas de Roma hasta el 167 a. El contenido de los otros libros lo conocemos por un breve recuento de ellos compilado más adelante.

La mentalidad de Livio fue idealizada y, por lo tanto, en el prefacio de la Historia dice que el objetivo del historiador es promover la moralidad. Cuando Tito Livio escribió su libro, la sociedad romana estaba en declive en muchos sentidos, y el historiador miró hacia atrás con admiración y anhelo a una época en que la vida era más simple y la virtud superior. El valor de cualquier investigación histórica radica, según Livio, en su aplicabilidad a la vida. Lea la historia de la gran nación, insta, y encontrará tanto ejemplos como advertencias. La grandeza de Roma descansaba en la estricta observancia del deber, tanto en el ámbito privado como en el público, y todos los problemas comenzaron con la pérdida de fidelidad a las reglas establecidas. La conquista de tierras extranjeras trajo riqueza, con la riqueza aumentó el lujo y se perdió el respeto por los preceptos morales.

A las antiguas leyendas populares de Roma, "pertenecientes", como señala acertadamente el propio Livio, "más bien al campo de la poesía que a la historia", las trató con amoroso escepticismo. Vuelve a contar estas historias, a menudo muy buenas, e invita al lector a decidir por sí mismo si debe creerlas. En cuanto al aspecto fáctico del asunto, no siempre es posible confiar en él. Livy deja de lado algunas fuentes importantes; sus ideas sobre el funcionamiento del mecanismo estatal, sobre asuntos militares, son muy débiles.

El lenguaje de Livio es rico, elegante, muy colorido, Livio es un artista hasta la médula de sus huesos. Describe perfectamente a sus personajes, por lo que su libro es una galería de retratos vívidos y memorables. Livio es un gran narrador, en las páginas de su libro el lector encontrará muchas historias conocidas desde la infancia. Aquí está la leyenda contada por T. Macaulay en verso sobre cómo Horace Coclitus solo sostuvo el puente durante el ataque del rey etrusco Porsenna, y la historia de la captura de Roma por los galos liderados por Brennus, y la tragedia de Tarquinius. y Lucrecia, que sirvió de argumento a uno de los primeros poemas de Shakespeare, y la historia de Bruto el libertador y cómo el ejército de Aníbal cruzó los Alpes. Livio expone sus tramas de forma lacónica, logrando un potente sonido dramático. Livio se caracteriza por la amplitud, rinde homenaje incluso a los enemigos de Roma. Como otros autores romanos, guarda silencio sobre el largo período de dominación etrusca, pero reconoce plenamente la grandeza de Aníbal, el más peligroso de los enemigos de Roma. La admiración que todavía sentimos por este gran comandante, se la debemos casi exclusivamente a Tito Livio.